Inseguridad - Dependencia emocional
Muy relacionada con la autoestima, la inseguridad es la dificultad para creer en la propia capacidad para tomar decisiones.
Es así como la persona tiene tendencia a buscar la reafirmación externa de sus decisiones, si no directamente a pretender que sea otro el que tome esta decisión. Es fácil reconocer este tipo de conducta en la persona que habitualmente pregunta a los otros ¿Qué te parece esto? ¿O lo otro? Hasta cierto punto este tipo de conducta es normal. El problema empieza cuando la persona es INCAPAZ de tomar decisiones, incluso las más nimias, como puede ser el color de la camisa que se pondrá ese día, si alguien no se lo indica o reafirma en su decisión.
La inseguridad entonces proviene de la necesidad de que alguna otra persona me reafirme.
Ponemos entonces nuestra esencia como personas en manos ajenas. Se podría resumir en la frase: “Yo soy si tú me das permiso”. Necesitamos a otra media naranja para ser naranja entera, sin la cual sólo seremos a medias. Si la otra persona me pone buena cara, yo estaré contento, si me la pone mala, seré desgraciado mientras no la cambie. Esta forma de ser genera mucho sufrimiento a largo plazo, ya que la persona dependiente, pues es en eso en lo que se convierte, está constantemente con el corazón en un puño, mientras que la otra se cansa, lo cual provoca que la primera se soliviante más, y así sucesivamente.
La dependencia emocional también puede ser de un status social, de la moda, etc.
En definitiva, de aquellas cosas que si pierdo rebajan mi propio valor y confianza.